Consultorio Sentimental

“¡MI EXPAREJA QUIERE CONTROLARME!”

Buenos días, doña Esperancita. Mi nombre es Carmen, tengo 30 años y soy de Portoviejo. Hace 8 años conocí a mi expareja. Al principio tuvimos una relación normal, aunque él tenía serios problemas con el alcohol. Procreamos un hijo quien ahora tiene 4 años. El problema inició desde que quedé embarazada; empezó a creer chismes de su familia sobre mí… Decían que mi hijo no era de él, lo cual era una vil mentira. Además, inventaban que tenía una serie de amantes. Él se volvió un celoso enfermo, a tal punto de llegar a pegarme sin importarle nuestro hijo. No me quedó más que mandarlo preso. Nos separamos por seis meses, pero después regresamos, sin embargo, me di cuenta que no había cambiado. Decidí dejarlo y a raíz de eso, desde hace un año no me pasa el dinero para el niño. Le puse la demanda de alimentación, pero ni así se le conmueve el corazón. Ahora quiere hacerse el padre preocupado, cuando jamás le ha importado lo que pase con del bebé. De paso tengo que aguantarle sus majaderías. Quiere controlarme las horas, y saber qué hago o con quién salgo. Deseo rehacer mi vida, pero no sé cómo… Temo que este hombre se entere y me vaya a hacer algo malo… ¡Ayúdeme!

Respuesta:

Veo que te metiste en la cueva del lobo. Si sabías cómo era esa familia, debiste evitar mezclarte con ellos, hoy en día te hubieras ahorrado muchos dolores de cabeza. Son personas de mal vivir, empezando por tu expareja, quien resultó ser una “joyita”. Es una pésima decisión meterse con alguien que tiene malos hábitos como el alcoholismo o la drogadicción. Lamentablemente, te diste cuenta tarde, pues el bienestar de tu hijo es lo más importante ahora. Por lo tanto, quieras o no, tendrás que lidiar con ese tipo, hasta que la ley ejerza presión sobre él. Debes sacar una boleta de alejamiento urgentemente. Si te sigue molestando llama a la policía y muestra tus pruebas a quien corresponda. Nadie tiene por qué recibir maltratos ni acosos de nadie, bajo ningún concepto. Hay hombres que no soportan una separación y quieren andar fregándole la vida a la madre de sus hijos, lo cual no se debe permitir en ninguna circunstancia. Estos casos se ven muy a menudo en el país, pero hay que poner un freno a toda agresión ya sea física, verbal o psicológica. Debes trabajar y salir adelante, por tu bien y el de tu niño. No tengas miedo, confía en Dios y empieza a hacer las cosas correctamente. ¡He dicho!